"A Buen Árbol se Arrima, Buena Sombra le Cobija"

En el vasto paisaje de los refranes, "A Buen Árbol se Arrima, Buena Sombra le Cobija" destaca por su sabiduría sobre la importancia de elegir bien nuestras asociaciones y apoyos. Este dicho nos recuerda que al rodearnos de personas capaces y de buen corazón, encontraremos apoyo y protección.

Imagina esta escena: en un cálido día de verano, Marta, una joven del pueblo, decide buscar un lugar para descansar después de un largo día de trabajo en el campo. Ve dos árboles: uno frondoso y robusto, y otro pequeño y frágil. Sin dudarlo, se arrima al árbol más grande, disfrutando de su sombra refrescante. Su amiga Clara, que la observa, comenta con una sonrisa traviesa: "A buen árbol te arrimas, buena sombra te cobija".

Marta, comprendiendo la sabiduría detrás de las palabras de Clara, se da cuenta de que no solo ha elegido bien su lugar de descanso, sino que también aplica esta lógica en su vida diaria. Al elegir rodearse de amigos y mentores sabios y fuertes, encuentra el apoyo y la guía que necesita para prosperar.

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"A Buen Árbol se Arrima, Buena Sombra le Cobija" nos enseña la importancia de nuestras elecciones en cuanto a las personas con las que nos asociamos. Nos invita a buscar relaciones que nos brinden protección, apoyo y crecimiento, en lugar de aquellas que nos dejen desprotegidos o sin guía.

Así que, la próxima vez que te enfrentes a la decisión de a quién pedir ayuda o con quién asociarte, recuerda "A Buen Árbol se Arrima, Buena Sombra le Cobija". Con un toque de picardía y una sonrisa confiada, elige bien tus asociaciones y disfruta de los beneficios de tener buenos apoyos en tu vida. Porque en el gran bosque de la vida, aquellos que se arriman a buenos árboles encuentran la sombra y el refugio necesarios para crecer y florecer.